De: Noticias RCN
En una reveladora entrevista, cinco de los 33 militares secuestrados en el departamento del Guaviare han compartido detalles estremecedores sobre su experiencia en cautiverio. Sus testimonios arrojan luz sobre las tácticas criminales empleadas por los grupos armados que operan en la región y las graves violaciones a los derechos humanos que sufrieron.
Uno de los episodios más alarmantes ocurrió cuando un civil, visiblemente asustado, corrió hacia los militares pidiendo ayuda. “¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡No quiero estar ahí!”, gritaba el hombre, quien luego reveló información crucial sobre la situación. Según su testimonio, muchos de los manifestantes eran pagados por el grupo armado, recibiendo entre 40.000 y 50.000 pesos diarios.
El civil que pidió ayuda
El civil también advirtió a los militares sobre un plan macabro: iba a ser utilizado como hombre bomba para atacar a la fuerza pública. “Nos prende la alarma para informar al mando, en tiempo real, de que íbamos a ser atacados”, relató uno de los soldados. Además, el hombre les informó sobre la presencia de artefactos explosivos improvisados y minas antipersona en los alrededores.
A pesar de estar secuestrados, los militares brindaron atención médica al civil, lo que generó resistencia por parte de la llamada guardia campesina. “No querían que de pronto la Fuerza Pública le prestara los primeros auxilios”, explicó un soldado, sugiriendo que temían que el hombre compartiera información valiosa.
Las críticas condiciones
Los testimonios también revelan cómo los secuestradores intentaron inducir a los soldados a tomar rutas peligrosas. “Nos daba la opción de salir a pie por cierto lugar que ellos deseaban”, comentó un militar, añadiendo que sus comandantes sospecharon que podrían caer en una emboscada o en campos minados.
Los soldados también notaron la presencia de individuos sospechosos vestidos de negro, quienes se diferenciaban de la guardia campesina identificada con chalecos rojos. Estos sujetos, según los testimonios, eran quienes *incitaban y alteraban* a la población civil.
Aunque los militares fueron liberados después de casi 60 horas de secuestro, los testimonios sugieren que se cometió un crimen aún más grave. El cartel de narcotráfico liderado por alias Iván Mordisco habría cometido un crimen de lesa humanidad al amenazar, instrumentalizar y forzar el desplazamiento de la población civil, usándolos como escudo humano e intentando convertirlos en bombas humanas contra la fuerza pública.
De: Noticias RCN